Ian me ha enseñado a reír por nada y todo... Ayer por ejemplo, me decidí a llevarlo a las machinas y fue chevere, cuanto me reí. Me tuve que montar con él en los caballitos, viendolo subir y bajar en su caballo lindo, como me dijo él. Pero más me reí, cuando quiso montarse en una machina que no le se el nombre, pero que desde que me dijo el machinero qu edebía montarse con un adulto, debía decir no. Pero que tal, mamá alcahueta, me monte con Ian. Que iba hacer, verlo llorar? Fuimos a divertirnos, no?? jajaja!! Pues si!! Cuando iba camino a montarnos, miro para abajo y veo unos chunk de vomitos, si!! de vómito... y pense, no debo estar aquí. Pero mi hijo estaba feliz. Que iba hacer. OK! Cuando me acerque al carrito, estaba bastante alto, yo en tacos (si, acaba de salir de trabajar, cansada... pero quería ver reír a mi hijo), bueno, me trepo después de montar a Ian, mis rodillas casi en mi pecho y ahí vamos... cuando aquello empezó a dar vuelta fue que me di cuanta que debí haberle hecho caso a ese instinto que todos tenemos y que muchas veces no le hacemos caso. Bueno, pero ahí estaba mi Ian, feliz, con una sonrisa de esas que alegran el alma... Y yo ni mirar a ningún lado si no quería ser la próxima que vomitara... Ahora puedo entender, por que Ian me dice TE AMO, por que él tiene que darse cuanta las locuras que mamá hace por él, no?
Ian divirtiéndose con la exhibición en el The Outlet Mall 66 en Canóvanas, PR. Hace muchos años no escribía por aquí, pero hoy fue un día importante en la vida de Ian Yosef, es un nuevo camino que quiero documentar y qué mejor que aquí, dónde comencé a escribir las cosas que decía o hacia Ian. Donde nace el celebre #SoloIan, por sus curiosidades y cuentos. Ian y yo acordamos que él saliera de la escuela convencional y haríamos homeschooling (ya luego les cuento porque tomamos la decisión en otra ocasión) , ayer quedo comprobado o por lo menos el sustito que da dar el primer paso fue superado con su sonrisa de todo el día, preguntas y respuestas a las curiosidades que se fueron dando en el transcurso del día. Fue volver a ver aquel niño de los comienzos de este blog que era curioso, creativo y sobretodo feliz. No sé cuántas veces me agradeció haber tomado esta decisión, me abrazaba, me pasaba la mano por la espalda y me tomaba de la mano con tanto amor, que si yo hubiera sabi...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEso es así, amiga querida. Los hijos saben cuando son amados. Mientras leía tu historia, me acordé del día que Diego, como a los cinco o seis años, me dijo:"Mamá, me siento amado". Ahhhhhhhh... ¡Qué bendición saber que mi hijo sabía (desde tan temprano en su vida) que siempre sería amado y aceptado como es! Cuando ellos lo reconocen, significa que nuestra misión está siendo completada con éxito. Te felicito. Lo estás haciendo de maravillas.
ResponderEliminarAmiga, eso es lo que nos llena. Gracias por aportar con tus experiencia... viniendo de ti, me alaga. Eres una madre espectacular. TQM
ResponderEliminar