Ir al contenido principal

Sigo aprendiendo día a día...




A un mes de ser homeschooling mom. ;-)

Me hacen preguntas sobre cómo califico lo que Ian aprende ahora en homeschooling y realmente, no quiero calificarlo con un examen, le doy pruebas cortas que me de demuestre que está aprendiendo. No creo en los exámenes por que a mi misma me ponen nerviosa y no puedo demostrar lo que sé que se.

Siempre recuerdo a esta mamá que muy orgullosa me hablaba de la nota que había sacado su hija en inglés. A lo que le pregunté a la nena, ¿y tú sabes inglés?, a lo que antes de que la nena contestara, me dijo la mamá... Ella le cogió el truco a los exámenes de la maestra y se embotella el material y así a tenido muy buenas notas, A. Yo felicite a la niña y a su mamá, me vire y seguí caminando, Ian sabía un inglés espectacular, había ganado ese año el spelling bee de la escuela y fue a competir a la región, pero su nota fue una B, desde ese día me di cuenta que prefería la B de Ian a la A de aquella niña.

¿Cómo le va a Ian en homeschooling? Ian en un mes a aprendido más de lo que yo había podido pensar, ahora le gusta leer, lleva 3 libros de sus temas preferidos, por fin sabe leer el reloj, sabe los continentes y está aprendiendo los países y sus capitales, está leyendo en español y en inglés (analizando lo que lee), esta aprendiendo francés, sigue con su canal de YouTube SoloIanpr, estamos trabajando fracciones y división, estamos trabajando su desarrollo motor, está dibujando como hace mucho no lo hacia, está tomando clases de guitarra, hemos descubierto que su voz se puede trabajar (tal vez tengamos a un negrito de ojos claros cantando en algún lugar público, ;-)... el cielo es el límite. Pero sobretodo se ve más contento, menos estresado y eso no lo paga nada en el mundo. Ah! Y yo estoy aprendiendo y re aprendiendo.

No digo que es fácil, pero nos estamos acoplando día a día y le doy gracias a todos los que me están apoyando en este proceso de amor por Ian.


Leí este artículo y lo comparto contigo que tal vez tienes las mismas dudas o preguntas que yo.
El tema de los exámenes
por Kathleen McCurdy

Muchas familias están adoptando la idea de educar a sus hijos sin enviarlos al colegio. Pero siendo los padres productos del colegio, se han imbuido con la noción que el sistema impone, la necesidad de ser “validado” por medio de un examen. Es tiempo que le demos una mirada seria a este asunto, ya que el concepto puede trastornar muchos de los beneficios del llamado homeschooling.

En casi todos los países de Sudamérica, las leyes que regulan la educación dan lugar para que los padres puedan escoger cómo cumplirán con el requisito de educar a sus hijos. En Chile, por ejemplo, los padres tienen “el derecho preferente” de educar a sus hijos, y el Estado debe “otorgar especial protección al ejercicio de ese derecho”. Por lo tanto, en este país no existen reglamentos que controlen cómo los padres educan a sus hijos. Esto es ciertamente lógico, puesto que el Estado solamente puede regular sus instituciones. Cuando los padres deciden delegar la responsabilidad por la educación de sus hijos a las instituciones estatales, el gobierno toma su lugar in loco parentis (que significa “en lugar de los padres”), empleando profesores, construyendo edificios, y diseñando currículos y programas educacionales.

Entonces, para cubrir los gastos de esa educación, los ciudadanos deben pagar impuestos y contribuciones, y en caso de particulares pagan tuición. El gobierno debe comprobar ante el pueblo el buen uso de esos dineros, y lo hace mediante los exámenes, dando a conocer que los niños están avanzando en sus estudios. Pero hay dos problemas aquí. Uno es que los padres que hacen homeschooling usan sus propios medios—al igual que alimentan a sus retoños por sus propios medios. Por lo tanto, no tienen que comprobar a nadie de que los están educando (a menos que alguien haga una denuncia por algún motivo). Si los están educando, están cumpliendo con la ley.

El segundo problema es que los exámenes fueron diseñados para medir colegios y no son apropiados para “validar” al alumno (aunque los profesores así los usan). Al insistir en acceder a los exámenes, los padres demuestran que no saben lo que hacen. Los exámenes solo validan los colegios. Lamentablemente, el pueblo ha creído la propaganda de esos colegios que, no queriendo responder por sus flaquezas, culpan a los alumnos y a sus padres cuando no han logrado salir adelante. Si se emplea un mecánico para arreglar un descompuesto en el auto, y él no lo hace bien y la reparación queda a medio hacer, no se espera que le eche la culpa al auto. El propósito de la educación es, o debería ser, preparar los alumnos para la vida. Pero los colegios han llegado a ser guarderías, aislándolos de la vida y des-validando sus esfuerzos para aprender lo que les interesa.

Hay dos razones importantes para no usar los exámenes. Se comprende que los padres tienen dudas, y quieren saber si los niños realmente están aprendiendo, y un examen parece ser la forma más fácil de averiguarlo. Pero, la primera razón para evitar el examen es que estamos pidiendo un favor al Estado, y el Estado siempre cobra por sus favores. Si es realmente una democracia, entonces el Estado somos el público. Los exámenes libres no son realmente libres; alguien tiene que pagar por ellos. Si el público está dispuesto a pagar para que el Estado asuma la responsabilidad por los niños, no lo hace para los privados. Sí, los exámenes están a disposición de todos los colegios que el Estado controla, pero no puede ni debe controlar a la familia en el hogar. Si valora su libertad de elegir, el padre debe estar conforme con usar sus propios recursos. Puede emplear una profesora para examinar al niño, si desea. O simplemente olvidarse de ese sistema mal diseñado y buscar otra forma de medir el avance académico de su hijo.

La segunda razón para evitar los exámenes es el efecto que tienen sobre el aprendizaje del niño. Sin duda todos podemos recordar ocasiones en qué estudiamos datos históricos o fórmulas geométricas que no nos interesaba, pero con el único propósito de “aprobar la materia” para poder pasar de curso. El sistema decide lo que se debe aprender, cómo y cuándo, sin importar que hay diferencias de habilidad, de interés, y de madurez. Quizás tenga sentido para un adulto o un joven con alguna meta que lo requiere, pero para el niño no tiene sentido. Tiene tanto que aprender, ¿por qué no partir por lo que más le interesa? El niño recuerda todo cuanto satisface su curiosidad, siempre, y para toda la vida.

Si el propósito de enviar al alumno a dar el examen consiste en buscar el ánimo para la tarea por delante, le invito a consultar con su sicólogo o su mejor amiga, para que le reconforte y le diga que lo está haciendo bien. Si sus hijos están felices, le hacen mil preguntas, exploran y experimentan todo, copian sus palabras, hábitos y hasta sus gestos, están aprendiendo. Les aseguro que llegarán a ser hombres y mujeres completos, con todo el conocimiento que necesitan para sobrevivir en nuestra sociedad. Y les agradecerán de por vida que no tuvieron que pasar por la ignominia y el oprobio del colegio con sus exámenes y valorizaciones.

Gracias, Eunice, por recomendarme OFE. El tema de los exámenes por Kathleen McCurdy https://www.familiaescolar.com/articulos/el-tema-de-los-examenes/

Comentarios

Entradas populares de este blog

Adiós a los miedos del Homeschooling

Ian divirtiéndose con la exhibición en el The Outlet Mall 66 en Canóvanas, PR. Hace muchos años no escribía por aquí, pero hoy fue un día importante en la vida de Ian Yosef, es un nuevo camino que quiero documentar y qué mejor que aquí, dónde comencé a escribir las cosas que decía o hacia Ian. Donde nace el celebre #SoloIan, por sus curiosidades y cuentos. Ian y yo acordamos que él saliera de la escuela convencional y haríamos homeschooling (ya luego les cuento porque tomamos la decisión en otra ocasión) , ayer quedo comprobado o por lo menos el sustito que da dar el primer paso fue superado con su sonrisa de todo el día, preguntas y respuestas a las curiosidades que se fueron dando en el transcurso del día. Fue volver a ver aquel niño de los comienzos de este blog que era curioso, creativo y sobretodo feliz. No sé cuántas veces me agradeció haber tomado esta decisión, me abrazaba, me pasaba la mano por la espalda y me tomaba de la mano con tanto amor, que si yo hubiera sabi

Lagartijo en el baño

Le cuento a Ian que supe que había un lagartijo en el baño, por qué había una caquita en el zafacón... a lo que  SóloIan   me contesta: Mamá, por lo menos es educado. 😅